martes, 24 de julio de 2007

Martes 24 de Julio de 2007: remontando el río Yangtze, aquí conocido como Changjiang

Tras casi 3 meses y más de 19.000 millas navegadas por fin estamos a punto de llegar a nuestro destino, donde las máquinas del barco descansarán unos cuantos meses.

Nos queda poco, pero lo poco que nos queda es tremendo. Imaginaros una gran vía en hora punta. Con un tráfico terrible y sin semáforos. Con unas reglas existentes pero poco presentes. Cualquier artefacto flotante que la mente humana pueda imaginar, e incluso alguno que ni siquiera la mente más privilegiada alcance a comprender, se encuentra aquí. Cruzando, adelantando, de vuelta encontrada, de todas las formas posibles.

Los VHF no dejan de escupir palabras y ruidos que me suenan a chino. El práctico parece que discute cada vez que se dirige a alguien por la radio, no sé si es la forma de expresarse de los chinos o es tal el jaleo que verdaderamente está discutiendo. Ahora mismo estamos haciendo el cambio de prácticos.
Estamos a la entrada de Shanghai, hasta donde nos ha dirigido el práctico que embarcó esta mañana a unas 30 millas de la desembocadura del Changjiang. El práctico que ahora embarca nos dirigirá hasta el fondeadero de cuarentena, a escasas 2 millas de los muelles de Nantong. Todavía nos faltan 5 horas aproximadamente para llegar allí, pasaremos la noche fondeados y esperaremos a recibir autoridades y descargar lo que nos queda en los tanques de residuos a una gabarra antes de atracar a muelle.

Nos deberían obligar a todos y cada uno de los que hemos realizado este viaje a desembarcar un día entero antes de empezar cualquier tema de astillero. Pero está claro que esto no es así y nada más amarrar vendrá toda avalancha de inspectores, técnicos de esto, lo otro y aquéllo.

Dicen que las veces que los barcos estuvieron en el astillero de Ferrol aquéllo fue un buen cisco, así que esto no va a tener ni nombre. En Ferrol por mucho cisco que fuese podías hablar y entenderte, pero aquí? Ya os contaré The Nantong Experience.

Hasta mañana.

Jon.

No hay comentarios: