sábado, 16 de junio de 2007

Sábado 16 de Junio de 2007, doblamos las islas Reunión y Mauricio y ya tenemos proa a la entrada al estrecho de Malaca

Unas 3.000 millas para entrar a una de las zonas de mayor tráfico, corrientes, bajos fondos y piratería del mundo. Así que disfrutando de estos momentos de relativa tranquilidad que nos permite navegar en océano abierto, donde en contadas ocasiones divisamos algún barco.

El día a día no ofrece ninguna novedad. Nos mantenemos ocupados con nuestras guardias, nuestros respectivos trabajos de mantenimiento, preparando pedidos y cosas así. Ya hemos terminado de limpiar los tanques de lastre. Les hemos sacado toda la escoria y el barro que se había ido acumulando con el paso del tiempo. Era uno de los trabajos sucios y ya está zanjado.

Ahora nos tenemos que centrar en hacer un tránsito seguro por Malaca y llegar a Port Klang, en Malasia, donde descargaremos la mitad del fuel que llevamos en los tanques. La otra mitad está por decidirse a dónde debe ir a parar, el departamento comercial no cierra ningún trato por el momento, hasta que encuentre al mejor postor.

Cuando hayamos descargado el barco por completo empezaremos con otra fase de trabajo fuerte. Se trata de limpiar los tanques de carga, cuyos mamparos, vagras, varengas, palmejares y demás estructuras estarán completamente pringadas con fuel. Lo gordo se limpia con unas máquinas de limpieza que tiran chorros de agua a presión en todas direcciones, pero el resto hay que hacerlo a mano. Y para poder entrar hay que inertar, desgasificar, poner en aire y finalmente acceder a los tanques de carga. También van a embarcar unos técnicos para realizar unas pruebas hidrostáticas de estanqueidad de los mamparos de todos los tanques de lastre y de carga.

A mí personalmente la campaña no se me está haciendo pesada. Con esto de los viajes largos entras en una rutina a la cual te acostumbras y los días pasan rápido. Casi sin darme cuenta ya se ha esfumado media campaña.

Todos los días lo mismo. Me despierto a las 7.30, pero no me levanto hasta las 7.45, es la ventaja de vivir un piso por debajo del lugar de trabajo. A las 8 entro de guardia y desayuno en el puente, uno o dos cafés, dependiendo del grado de somnolencia, y una manzana. 4 horas de guardia, manteniendo el rumbo, corrigiendo libros, escuchando música, maniobrando a los demás barcos en caso de ser necesario... A las 12 bajo a comer, para las 12.30 ya estamos comidos y casi todos los días el 2º maquinista y yo tocamos algún tema en el salón, él a la guitarra y yo a los teclados. A las 13 me pongo a hacer mis chollos de mantenimiento: que los equipos de seguridad estén en correctas condiciones, ayudar al 1º oficial si me necesita. Siempre hay algo que hacer. Así hasta las 15.30. Entonces es cuando voy al gimnasio hasta las 16.30. Después de una buena ducha. A las 17 me pongo a revisar papeles, pedidos, actualizando archivos en el ordenador, papeleo en pocas palabras. A las 18 bajo a cenar y para las 18.30 ya termino. Subo al camarote y me dedico a ver alguna película de las que me habéis mandado, leer, escuchar música, ver fotos, organizar las fotos que estoy sacando o escribir algún mail. Y a las 20 otra vez de guardia hasta las 24. Luego a dormir y vuelta a empezar.

Pues hoy sábado 16 de Junio se decide la liga de fútbol. A bordo la preocupación es poder sintonizar alguna frecuencia con la radio de onda corta para escuchar los partidos y enterarnos en tiempo real de si el Athletic se salva.

Ahora voy a subir al puente a mandar este mensaje y luego voy a ver algo de lo que me llegó en Cape Town.

Sin más novedad, me despido hasta la próxima comunicación. En el Océano Índico, rumbo 045, velocidad 11,3 nudos. Mar gruesa a muy gruesa. Viento muy fuerte del ESE. Rociones en cubierta.

Jon.

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